Oh capitán, mi capitán...

Cuando leí la novela adaptada que Nancy H. Kleinbaum realizó del guión de Tom Schulman, desde sus primeras hojas supe que la historia marcaría un antes y un después para mí.
Estaba en esa edad en la que fantaseas con el futuro y te comes el presente sin pensar en la digestión. Los primeros amores tomaban forma en mis cuadernos con textos , en su mayoría poemas juveniles cuya lectura ahora me sonrojarían.
De "El club de los poetas muertos" rescaté la pasión por luchar y pelear por aquellas cosas que te apasionan, saborear la belleza de la poesía, y aprovechar el momento.
Carpe diem.
Comentarios
Publicar un comentario